domingo, 30 de noviembre de 2014

Reseña: El Océano al Final del Camino por Neil Gaiman


Hello People!! 


Parece que se va a hacer tradición eso de estar publicando una vez al año una reseña, así que desde el fondo de mi alma a cualquier personita que me esté leyendo:







Pero borrón y cuenta nueva :D

El otro día sin tener nada que hacer en clase (perdón maestra) abrí mi cuenta de google y ¡ah caray! me di cuenta que llevaba más de un año sin hacer ninguna entrada (sinceramente no me acordaba del blog)




Y en una de esas que quería hacer algo productivo aparte de la tarea :S decidí postear esta entrada y pues aquí está :)







Una novela sobre el recuerdo, la magia y la supervivencia; sobre el poder de los cuentos y la oscuridad que hay dentro de cada uno de nosotros.

Hace cuarenta años, cuando nuestro narrador contaba apenas siete, el hombre que alquilaba la habitación sobrante en la casa familiar se suicidó dentro del coche de su padre, un acontecimiento que provocó que antiguos poderes dormidos cobraran vida y que criaturas de más allá de este mundo se liberaran. El horror, la amenaza, se congregan a partir de entonces para destruir a la familia del protagonista.
Su única defensa la constituirán las tres mujeres que viven en la granja desvencijada al final del camino. La más joven de ellas, Lettie, afirma que el estanque es, en realidad, un océano. La mayor dice que recuerda el Big Bang. 



El libro empieza con un protagonista sin nombre, un hombre que llega a su pueblo natal para un funeral, ¿de quién? No se sabe. Antes de llegar a la funeraria decide visitar la casa de su infancia, donde él y su hermana crecieron. En el camino recuerda a una niña con la que solía jugar llamada Lettie Hempstock quien vivía al final del camino y decía que el estanque detrás de su casa era un océano. Nuestro protagonista al que de ahora en adelante llamaremos Sin Nombre (en serio en toda la historia no dicen su nombre, porque realmente cuando uno está pensando, ¿pensamos en nosotros mismos en tercera persona?), decide pasarse por la casa donde Lettie solía vivir con su madre y su abuela. En la casa se encuentra con uno de los miembros de la familia, no sabemos si la abuela, la madre o Lettie misma. Y cuando visita el estanque detrás de la casa empieza a recordar todo lo que pasó cuando tenía siete años. Si lo que recuerda realmente sucede y las Hempstock le pusieron algún tipo de hechizo para olvidarlo o simplemente sucedió en la imaginación hiperactiva de un niño, nunca lo sabremos.

Los Hempstock han estado en la imaginación de Neil Gaiman desde que tiene nueve años cuando se enteró que la granja al final de su calle había sido mencionada en un libro, y pensó “Bueno, la casa debe tener gente viviendo en ella”, y así surgieron los Hempstock, quienes han estado plasmados en su trabajo todo el tiempo. Quizás como personajes de paso con una sola línea, o como personajes secundarios que guían al protagonista. Pero no es sino hasta El Océano al Final del Camino que Gaiman se mete de lleno en la familia.

Esta novela de 2013, es la primera novela “adulta” que Neil Gaiman ha escrito en casi un década, siendo su predecesora Los Hijos de Anansi en 2005. Y es su primera novela que incluye aspectos autobiográficos, como el robo del auto de su padre donde más tarde el ladrón se suicidaría hasta una granja similar a donde creció.

En este libro se nos presentan tres personajes principales: el Sin Nombre, tanto en su niñez como ya en edad adulta; Lettie Hempstock una niña que ha tenido once años durante mucho tiempo; y Ursula quien sería nuestro antagonista físico.

Es difícil discernir quien es el principal antagonista en el libro, ya que puede tener muchos puntos de vista, en el que el antagonista es la situación o un ente que controle todo, o hasta las mismas Hempstock. Pero para mí en lo particular la antagonista es Ursula, en su forma humana como en su forma de tela.

En realidad no vemos mucho al Sin Nombre durante su edad adulta sólo al principio y al final de la novela. Más que nada visitamos su niñez desde su punto de vista a través de sus recuerdos. El Sin Nombre de siete años es un niño flacucho y bajito, que no se entiende muy bien con sus padres y su hermana y al que le gusta leer, sobre todo los cómics que le trae su padre del trabajo los viernes. La familia del Sin Nombre es la típica familia de clase trabajadora.

Lettie Hempstock y su familia por otra parte son todo un misterio. Lettie afirma que ellas llegaron a esa granja cruzando el océano que hay detrás de su casa. La abuela tiene un ala de la casa donde siempre brilla la luna llena. Y la madre hace un té que cura casi todo. Conforme avanza la historia nos vamos dando ideas sobre lo que pueden o no puede ser las Hempstock. Ellas ayudan a Sin Nombre a mandar a Ursula de donde ella salió junto con la ayuda de los Pájaros del Hambre. Es suficiente decir que los Pájaros del Hambre hacen más de lo pedido y se crea otro problema al final del libro.

En este Cuento de Hadas contemporáneo la historia nos es narrada desde el punto de vista del protagonista, teniendo así un narrador protagonista y una narración que es lineal en su mayoría con la excepción de los saltos al principio y al final que damos para encontrarnos con el protagonista adulto. Si bien esto hace que tengamos un conocimiento más limitado de la historia, ya que sólo sabemos lo que el protagonista sabe, también logra meterte más en la historia porque sientes esa misma sorpresa y sabiduría que sólo un niño de siete años puede tener, en donde muchas veces en un momento tan oscuro un simple helado puede solucionarlo todo y hacer del mundo algo mejor. Esa es la sencillez con la que conforme llegamos a la adolescencia y después entramos a la adultez perdemos donde no es tan sencillo solucionarlo todo con un helado o un abrazo de tus padres.

Este libro se va a convertir en uno de mis favoritos entre los de Neil Gaiman, compitiendo ferozmente con Stardust y El Libro del Cementerio.

Sobre la pregunta sobre si es para adultos o adolescentes contestaré lo que dijo Gaiman: “Es para cualquiera que haya tenido alguna vez siete años.”

Puede que sea un poco parcial en lo que a este autor en particular se refiere, ya que probablemente tendría que ser un total desastre de libro para que no me gustara lo que escribiera. Desde sus novelas cortas como ésta y Stardust hasta las más largas (American Gods) pasando por sus cómics y guiones.

Creo que Gaiman es una persona que se da cada cierto tiempo necesaria para darle una sacudidita a esto que es el mundo de la literatura. Ya cambió en su momento el mundo de los cómics con su Sandman haciendo que éstos tuvieran más historias e implementando la era de los anti-heroes

El Océano al Final del Camino nos habla del conocimiento personal que va llevando el protagonista para más adelante perderlo; nos habla del abismo que muchas veces ponen los adultos con su etapa más temprana, muchas veces sin recordar que alguna vez fueron niños ellos también. Hay verdad, y belleza, y alegría, y una triste y dulce melancolía en esta historia que se mueve por tu pecho.

Y ese final!!!!! 

En resumen, es una novela de Neil Gaiman.

Y sé que volveré a visitar en el futuro este libro, probablemente más de una vez, solamente para pasar el rato con Lettie y la vieja Sra. Hempstock, y quizás para echar un vistazo a una ola en el antiguo océano en el patio trasero.

“Me evadí mentalmente, enfrascándome en la lectura de un libro. Así era como me escapaba cuando la vida real se me hacía muy cuesta arriba o demasiado inflexible.”

El Océano al Final del Camino, Neil Gaiman







Espero publicar más seguido esta vez, o por lo menos tan pronto acabe un libro y más ahora que ya vienen vacaciones, ¡¡yeii!!

Ya tienen lista su lista de libros para navidad? Sé que yo sí :)


See you later, Aligators,
-Jaz

1 comentario:

  1. Tengo 12 años y me encantan los libros de Neil Gaiman. ¿Ese libro es para mi edad?

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